IMPRESIONES

Impresiones: Taiko no Tatsujin: Drum ‘n’ Fun!

¿Será el primer juego de la franquicia que sale en territorio europeo digno del podio gamuzino?

En Gamuza no ocultamos nuestra pasión por las japonesadas, pero lo mejor de todo es que a muchos de los gamuzinos nos encantan los juegos de ritmo. Combinar juegos de ritmo con Japón es un cóctel más peligroso que el Molotov, y no porque sea explosivo, sino porque suelen ser altamente adictivos. Los juegos, no el Molotov. Malpensados.

Imaginaos nuestra sorpresa cuando contemplamos con nuestros propios ojos que Taiko no Tatsujin: Nintendo Switch Version!, la versión japonesa del juego, primero recibiría una actualización que añadiría inglés, y que poco después confirmaran que el juego saldría de forma oficial en Europa. Para nosotros, Drum ‘n’ Fun! es el primer Taiko no Tatsujin que sale de manera oficial (sin contar Donkey Konga) en nuestro territorio. Y no es de extrañar, porque los fans llevábamos lustros pidiendo un lanzamiento en condiciones, ya que la única manera de disfrutarlos era con servicios de importación y tener la suerte de que no te tocara el aduanazo.

Como fan, he optado por realizar un breve artículo de impresiones sobre el juego y no un análisis completo porque los juegos de ritmo son un género de nicho muy específico, y hablar extensamente de este juego sería contraproducente. Quien busca un Taiko sabe perfectamente a qué viene. Y si te apasiona la saga pero nunca has podido disfrutarla como es debido, ven a nuestros brazos y juega con nosotros aporreando el tambor como si no hubiera mañana.

Teniendo en cuenta que Taiko Drum Master, el único localizado en Estados Unidos, tuvo un catálogo de canciones bastante decepcionante, Drum ‘n’ Fun! sorprende en su lista albergando las mismas canciones que en la versión japonesa. Tanto para bien, como para mal. Como ya hemos dicho, es un juego muy de nicho y BANDAI NAMCO les ha dado a los jugadores lo que querían: fácil acceso al juego y además, en múltiples idiomas.

Diría que esta entrega de Switch es la que más opciones de control dispone frente a cualquier otra versión. La versión coleccionista incluye un mando tambor con cable USB, pero también se puede jugar batiendo los JoyCon como si de baquetas se tratasen, con los botones de los mismos JoyCon, con un mando Pro, o con la pantalla táctil, rememorando tiempos de Nintendo DS. Taiko no Tatsujin no es de los juegos de ritmo más difíciles que existen hoy en día, pero es que la gracia está en darle leches al tambor y disfrutar del ritmo de canciones legendarias, como A Cruel Angel’s Thesis, que no debe faltar nunca, el primer opening de One Piece, o los temazos JPOP del momento (la última vez que miré el reloj ponía 2018). Además, es posible comprar más canciones mediante la eShop, y yo ya me he dejado los cuartos en el pack de canciones de Touhou, como frikazo que soy. El año que viene me compraré el de Vocaloid (traducción: en enero de 2019).

Jugar con el tambor es una experiencia totalmente distinta. Tras años y años jugando de manera «sintética», es decir, limitándome a la pulsación de botones, encontrarse con el tambor cara a cara es una declaración de intenciones. Es muy difícil igualar la experiencia de una recreativa Taiko japonesa, pero es lo más cercana a ella. Y creo que los únicos que no van a disfrutar del juego son los vecinos de arriba, de abajo y de al lado. Yo como vivo en una casa en las afueras, a los únicos a los que puedo molestar son a los gatos. Pero me quieren porque les doy de comer todos los días y me perdonan por el ruido.

El tambor en sí es como si fuera un mando, con botones en el frontal para ayudar en la navegación inicial, pero después puedes manejarte solo con los DON (parche = botón naranja = aceptar) y los KA (aro = botón azul = izquierda y derecha). Está construido con un material plástico sorprendentemente resistente y limpio, que aguanta los mamporreos más letales que haya dado jamás a un mando. El montaje es sencillo: dos piezas de plástico, que hacen de patas y que tienen goma antideslizante en los extremos, han de juntarse junto a una tercera pieza que finalmente se une al tambor en sí, aunque hay que hacer bastante fuerza. Sin miedo. Seguro que te rompes tú antes que el mando.

Ahora bien, mi advertencia y consejo gamuzino de hoy: asegúrate de jugar en una pantalla que tenga la menor latencia posible. Los televisores… «modernos», por su naturaleza, tienen tecnologías que… «mejoran» la imagen y pueden producir desincronizaciones entre: la música con la acción en pantalla ↔ tu vista y la pantalla ↔ tus oídos y la música ↔ tu reacción al pulsar el botón. Son muchas variables que podrían afectar a la experiencia de juego. En las opciones podemos encontrar una sección que nos ayudará a ajustar mejor esta latencia, pero si el panel es malo, lo más probable es que tenga latencias variables y será totalmente inviable jugar en la tele. Hablo desde la experiencia, ya que hace poco compré un monitor nuevo y pasé de tener una latencia variable de 100-130 ms a menos de 30 ms.

Sin duda, el juego se disfruta el doble con amigos. El modo normal se limita únicamente a dos personas, que pueden jugar de manera competitiva o colaborativa según las reglas que se seleccionen antes de jugar. Donde están las risas más que aseguradas es en el Modo Fiesta, con 20 minijuegos de lo más disparatados y adorables que puedas encontrarte; equiparable a nuestros favoritos Rhythm Paradise. No hay nada mejor para pasarse la tarde entre risas, a ser posible contando chistes malos entre canción y canción y cenando burritos caseros después.

  • Versión analizada: Taiko no Tatsujin: Drum ‘n’ Fun! (Switch)
  • Desarrollador: BANDAI NAMCO Studios
  • Editor: BANDAI NAMCO Entertainment
  • Fecha de lanzamiento: 02/11/2018
  • Presencia de GamuPress: Álex Smiley, Tamara, Fran
  • Invitados: Pablo
  1. Como bien dice este artículo, por juegos como éste es que es importante un buen panel, y emplear el modo “juego” del televisor, en lugar de usar opciones de postprocesado que ralentizan la imagen (y de todas maneras deberíamos dejar a la consola hacer su trabajo, y no a la tele).

  2. Por cierto, a ver si me lío la manta a la cabeza y creo un avatar para Álex. ¡No está bien que un gamuzino tan prólijo y esmerado siga siendo “el gamuzino misterioso”!

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