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Celebrando el día del trabajo… con juegos sobre trabajos

Hoy, primero de mayo, es el día del trabajo; día que, al ser festivo a nivel nacional, irónicamente celebramos no trabajando. Pero los auténticos workaholics que sean fans de los videojuegos no tienen nada que temer: hay una plétora de títulos que se dedican a replicar, de forma más o menos fiel, lo que se […]

Hoy, primero de mayo, es el día del trabajo; día que, al ser festivo a nivel nacional, irónicamente celebramos no trabajando. Pero los auténticos workaholics que sean fans de los videojuegos no tienen nada que temer: hay una plétora de títulos que se dedican a replicar, de forma más o menos fiel, lo que se experimenta al realizar ciertas labores, algunos de los cuales vamos a repasar en este artículo.

Hay quien dirá que simular un trabajo existente es innecesario, ya que siempre podríamos, en teoría, acometer el mismo trabajo nosotros mismos en la vida real. También hay mucha gente que sostiene que, dado que los videojuegos son en muchos casos un ejercicio de escapismo con el cual evadirnos por unos momentos de nuestro día a día, es un oxímoron jugar a algo que siempre podemos hacer “de verdad”, si no es que ya lo estamos haciendo para ganarnos la vida. Es preciso matizar estas afirmaciones.
Si bien hay algo de verdad tras este tipo de opiniones, no hay que dejar de entender que, de la misma manera que muchos de nosotros jamás podremos ponernos en la vida real tras el volante de un potente deportivo en una carrera, o sentir la ovación del público en un estadio (cosas ambas que, sí, se pueden hacer en la vida real, pero no están al alcance de todos), también hay mucha gente trabajando en entornos urbanos que siente curiosidad por cómo sería el trabajar en el campo, o gente aficionada a los trenes que no puede, por unos u otros motivos, convertirse en maquinista, por citar algunos ejemplos.

Y eso, sin contar con la ausencia de consecuencias “reales” por fastidiarla en nuestro “trabajo virtual”, o la necesidad de continuar con el mismo una vez nos empiece a aburrir. Además, de igual forma que los más pequeños de la casa tienen juguetes a imagen y semejanza de los utensilios que sus padres usan en su trabajo, a fín de imitarles mientras juegan a que son “mayores”, este tipo de títulos les da la oportunidad de hacer sus pinitos virtuales emulando a sus progenitores. Así, innumerables títulos tienen en el trabajo su tema y en su intención el darlo a conocer a alguien que no puede experimentarlo de primera mano. Pasamos a enumerar algunos de ellos:

Emergency Call Ambulance (Model 3, 1999)

Este divertido título arcade de Sega, que por desgracia no salió de los salones recreativos, nos pone en la piel de un conductor de ambulancias que debe llevar a víctimas de accidentes lo más rápido posible al servicio de emergencias del hospital más cercano. Debemos esquivar el tráfico y los choques, ya que con cada descuido por nuestra parte se penalizará en tanto la salud del paciente que va en la parte de atrás irá disminuyendo hasta llegar a cero, en cuyo caso el juego se termina.
Obtendremos más puntos en función del tiempo que tardemos, los daños que haya recibido nuestro paciente y lo arriesgado de nuestra conducción, entre otros factores.
El juego tiene ese humor kitsch y muchas veces involuntario de los juegos japoneses de los 90 (y más concretamente los de Sega), y entre las víctimas de accidentes imposibles, nos pone a salvar a un policía que ha recibido el impacto directo de un lanzacohetes, o un presidente que parece una mezcla de Bill Clinton y Jimmy Carter, lo cual, lejos de perjudicar, añade a la diversion.

911 Operator (PC, Steam)

Este original título, una suerte de mezcla entre juego de micro-managing y aventura conversacional, nos proponer convertirnos en operador de la línea de emergencias, con lo cual tendremos que gestionar situaciones de emergencias médicas, movilizar efectivos, enviar coches patrulla respondiendo a llamadas de alarma, o dar instrucciones de primeros auxilios. Las situaciones van desde lo mundano, como llamadas de quejas por un vecino ruidoso, a lo demecial, como gestionar crisis de rehenes o recibir la llamada de alguien que, de alguna manera, se ha cortado la pierna.

Farming Simulator (PC, plataformas varias)

La serie de juegos de Giants Software pone al jugador en la piel de un granjero que puede trabajar en varias tareas relacionadas con el mundo del agro. No se puede negar que la atención al detalle esté bien conseguida, en los últimos títulos incluso se cuenta con la licencia de varios fabricantes y modelos de maquinaria, y todo en un ambiente bucólico en el que el motor de tu tractor no se sobrecalienta, ni te lesionas un brazo cambiando un apero.
Si anheláis una vida entre espigas de trigo, maquinaria agrícola y animales de granja (¡sin caca virtual de ganado en las suelas de los zapatos!), este título es ideal para vosotros.

Job Simulator (HTC Vibe, Oculus Rift, PlayStation VR)

Este título pensado para dispositivos de realidad virtual está orientado a los más pequeños de la casa, lo que no quita que tras su aire desenfadado se esconda una divertida experiencia para todos. “Job Simulator: The 2050 Archives” nos permite participar en trabajos simulados en un museo del trabajo gestionado por unos simpáticos robots. Podemos ejercer de mecánicos, Chefs de cocina, oficinistas o tenderos. Los juegos están diseñados para basarse en torno a la manipulación de objetos en el espacio virtual, convirtiendolo en uno de los mejores títulos (junto con propuestas como “The Lab” de Valve o “The Playroom VR” de Sony) para tener contacto con la VR y el nuevo género de juegos que supone.

Desert Bus (Sega CD, sin estrenar)

El más infame para el final: Desert Bus ni siquiera es independiente, sino que formaba parte de “Penn & Teller’s Smoke and Mirrors”, un título previsto para Sega CD que jamás se llegó a estrenar, en parte por la muerte del periférico de la 16 bits de la compañía del erizo azul, en parte por la quiebra de la distribuidora del juego.
Este título era un compendio de minijuegos gamberros y satíricos, que más allá de un par de bromas a costa de la licencia del dúo de cómicos y prestidigitadores, no era especialmente divertido o jugable.
Uno de estos minijuegos, el citado Desert Bus, nos ponía como conductores al volante de un autobús en ruta hacia Las Vegas. En el juego no se puede hacer otra cosa que intentar conducir en linea recta por la carretera del desierto de Nevada, y la acción transcurre en tiempo real, siendo necesarias varias horas para completar el trayecto, sin que exista puntuación o recompensa alguna por hacerlo.

En realidad este último título sirve a modo de parodia/crítica a esa gente que demanda más realismo en los videojuegos, pero a tenor de los demás títulos que hemos repasado en este artículo, si se hacen las cosas bien, los juegos basados en oficios pueden ser tremendamente divertidos. ¡Feliz día del trabajo!

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