Con el E3 de este año ya concluído, me queda cierta sensación de deja vú, de que casi todo lo mostrado en la feria ya lo había visto con anterioridad y que los anuncios nuevos (y, por ende, las sorpresas) han sido muy limitados, restando casi todo el interés e importancia al evento.
No quisiera pecar de pesimista, y, de hecho, estoy muy entusiasmado ante la llegada de los juegos que se han mostrado. Tampoco estoy criticando la presencia de secuelas de sagas y franquicias establecidas, a fín de cuentas, nada sabíamos de Devil May Cry 5 hasta este momento, del nuevo Assassins Creed, o la nueva entrega de Forza Horizon, que no por esperables dejan de ser anuncios nuevos, de los que no se nos había contado nada hasta la semana pasada, a pesar de ser evidente que están ya en desarrollo. A lo que me estoy refiriendo es al hecho de que la mayoría de lo que hemos visto ya lo conocíamos de antes, y sólo nos han mostrado nuevos fragmentos que poco aportan al conocimiento que teníamos de estos juegos.
Ya sabíamos de The Last of Us Part II, Death Stranding, Shadow of the Tomb Raider o Kingdom Hearts III, el cual no solo lleva una cantidad enorme de tiempo en desarrollo (con lo cual se ha convertido ya en un habitual de varios E3 y su factor sorpresa es poco menos que nulo), sino que se nos mostró para anunciar que se retrasa aún más. Los anuncios de Cyberpunk o el muy celebrado remake de Resident Evil 2 son bienvenidos, pero para nada inesperados (de hecho, ya empezaban a alcanzar el estatus de vaporware tras tanto tiempo después de su anuncio inicial). Que Nintendo iba a lanzar un nuevo Smash Bros también lo sabíamos (lo que nadie esperaba es que fuese a tener una plantilla tan deliciosamente nutrida, desmarcándolo claramente como nueva entrega en lugar de mero port, si quiera por la abrumadora cantidad de contenido nuevo). Da la sensación de que se ha confirmado que se continúa trabajando en los juegos de los que ya nos habían hablado mucho antes.
Comprendo que no se puede llenar la feria únicamente de novedades, pero hubiese preferido más cosas como el interesante Ghosts of Tsushima, el retorno de Remedy con Control, o los robots de Daemon X Machina, pero ha habido cierta sensación de dejadez, como si muchas compañías hubiesen dado su conferencia sólo porque tenían que hacerlo (looking at you, Square Enix), o alargando las conferencias con determinado contenido para el que podrían haber usado un evento aparte o liberar el video en YouTube a posteriori.
Porque esa es otra cuestión, algunos desarrolladores no han querido (o no han sabido) esperar a la conferencia, y así, de la nueva entrega de Tomb Raider ya se nos ofrecieron trailers y videos de gameplay hace apenas un par de semanas (ratificando además cosas que ya sabíamos, que el sistema de juego y de combate se conservan como en la anterior entrega y que la acción transcurrirá en ruinas precolombinas), por lo que el impacto en el E3 de un nuevo video es cero. ¿Tanto costaba esperar una semana para mostrar esos videos? Y si los van a mostrar cuando quieran de todas formas ¿Cual es la relevancia, entonces, del E3 en su conjunto?
Ya no vivimos en esa época pre Internet banda ancha donde toda la información nos llegaba a través de las revistas, viendo mensualmente minúsculas capturas de pantalla y noticias muy esporádicamente repartidas a lo largo del año, en parte por la dificultad de mostrar o enviar a la prensa de forma regular videos o contenido que las exiguas conexiones de 56k la época no podían permitir, por lo que las redacciones siempre trataban de ofrecer algún VHS (posteriormente DVD) con las novedades y los anuncios del E3. Ahora vivimos mucho mejor informados, por lo que no tiene sentido enseñarnos cosas que ya hemos visto varias veces. Se han echado en falta anuncios demoledores, ases en la manga. Hubiesen sido muy bienvenidos más bombazos del estilo de anunciar Fortnite para Switch el mismo día en que es lanzado. Informaciones nuevas que nos den algo que no conocíamos.
Si hay algo más intrascendente que los anuncios de juegos que ya sabemos que llevan años elaborandose (como es el caso de Kingdom Hearts III), o la no información, con cosas como el trailer de Death Stranding, que sigue siendo completamente opaco a la hora de dar detalles sobre su jugabilidad (¿Qué tipo de juego es? ¿qué tendremos que hacer en él? ¿qué mecánicas jugables tendrá? No lo sabemos, y van ya varios trailers), son los teasers como el de Battletoads: todo un video de varios minutos en el que no se muestra nada más allá que cuatro frases en pantalla y el logo del juego. ¿qué utilidad tiene esto frente a un anuncio del propio ponente de la conferencia, o una nota de prensa? ¿Hay forma más aburrida de hacerlo que esta? Cuando Peter Moore se levantó la manga en 2006 para revelar un tatuaje del logo de GTA IV nos pilló por sorpresa, fue breve, original, nos indicó que el juego estaba en desarrollo, y ya está: toda la información que había, revelada de forma consisa y memorable. Los teaser de este último E3, por contra, han parecido más un abuso del tiempo y la paciencia de la audiencia.
En esta era de redes sociales y bombardeo constante de tweets, teasers y videos de gameplay (cuando no diarios de desarrollos durante semanas), la estrategia de las compañías del evento parece dubitativa. Nintendo ha optado por la estrategia de ofrecer sus propias conferencias en forma de los eventos treehouse, de momento parece que acertadamente. Otras compañías han tomado el mismo camino. Si las compañías no van a guardar ninguna novedad para el evento en Los Ángeles, ¿estará llegando a su fín la era del E3 de las grandes revelaciones y bombazos informativos?
El E3 se ha convertido en un esfuerzo y distracción para los desarrolladores que lo único que provoca son retrasos en los lanzamientos de juegos provocando un embotellamiento año tras año de los games.