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Especial verano: El modo Battle Beach de Erhgeiz.

Hace poco os recordabamos cómo en Final Fantasy VII teníamos la posibilidad de disfrutar del veraneo digital comprando el chalet en Costa del Sol. No sería la única vez que los personajes del juego disfrutarían de unas vacaciones estivales: Cloud, Tifa, Zack y hasta el mismo Sephirot volverían a las playas en un divertido minijuego […]

Hace poco os recordabamos cómo en Final Fantasy VII teníamos la posibilidad de disfrutar del veraneo digital comprando el chalet en Costa del Sol. No sería la única vez que los personajes del juego disfrutarían de unas vacaciones estivales: Cloud, Tifa, Zack y hasta el mismo Sephirot volverían a las playas en un divertido minijuego dentro de Ehrgeiz, el juego de lucha para PSX. ¡Seguimos con nuestro especial de vacaciones veraniegas revisitando Battle Beach!

Si bien Ehrgeiz, fruto de una colaboración entre Namco y Squaresoft, era un juego de lucha muy competente por sí mismo, en su conversión de recreativa a formato doméstico se le añadió una plétora de extras de lo más suculentos.
Además del añadido de hasta 7 personajes de Final Fantasy VII en la parrilla de luchadores, el juego incluía un completo juego de rol (, un roguelike que suponía un juego independiente en sí mismo), otro modo al estilo gladiadores americanos, un juego de puzzles (, de cómo todo esto a día de hoy se nos cobraría aparte en forma de DLC lo dejaremos para otro artículo), y por último el minijuego que nos ocupa: el modo Battle Beach.

Este divertido extra era una serie de tres minijuegos al estilo Track and Field en los que teníamos que jugar una serie de desafíos de playa tratando de alcanzar la mayor puntuación. Un primer evento en el que, desde una posición de tumbado, hay que salir corriendo hasta la meta, otro de atrapar la bandera, y una última prueba en la que tenemos que intentar saltar por encima de unos obstáculos. Todo ello con una relajante ambientación paradisiaca de palmeritas, sonido de olas, gaviotas y arenas blancas (en las cuales dejábamos huellas, algo que en la primera PlayStation llamaba verdaderamente la atención).

Un punto muy divertido a destacar es que en cualquier momento podemos arrojarnos hacia la meta, o la bandera, si estamos cerca, pero si calculamos mal, quedaremos tirados en el suelo reptando los escasos centímetros que nos queden. De igual forma, si salimos antes de que suene el silbato se nos pitará falta. Lo divertido es que el jugador controlado por la CPU también es propenso a este tipo de equivocaciones.

Aunque se puede jugar con toda la parrilla de luchadores a este minijuego, hay algo inherentemente divertido en ver a Yuffie y Tifa lanzarse en plancha a por una bandera, o en ver al generalmente todopoderoso Sephirot tropezarse en una ramita en la playa una y otra vez. Además, el juego se puede jugar a dobles con un amigo, lo que sumado a la facilidad de su aprendizaje os asegura un buen rato de diversión mientras tratáis de alzaros con la victoria en estos calurosos días.

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