Gothic: Espadas, magia y polígonos

Hace exactamente un número de años que no me acuerdo, por mano del destino, y de mi padre que es el que se gasto la pasta, llegó a mis manos una copia del que quizás pueda ser el juego al que más horas le he dedicado, Gothic.

Como muchos otros, y esto es algo que descubrí cuando entre en la universidad, mucha gente encontró este juego como yo, a través de la revista Micromania, que todos lo meses regala una copia de algún juego “antiguo”, -“¿Un juego gratis? Así será…” Si alguna vez he merecido que alguien me abofeteara sin piedad fue esa.

Instalé el juego (recuerdo que, de hecho, el juego tenía un error y tenias que crear una carpeta para poder guardar la partida) lo empezabas y lo primero que veías era una vaca siendo devorada. Sí, tal cual, ¿quien se podría imaginar que el estudio desarrollador era Piranha Bytes?, lo siguiente era una pantalla plana, con un menú simplon, desafiándote: -“¿soy feo eh? venga, atrévete a jugar, vamos”. Y entonces llegó el punto de retorno del vicio, que dura hasta el día de hoy, le dabas a NUEVA PARTIDA.

¿Y que salía? Una historia simple, fantasía medieval europea, un reino en peligro amenazado por una criaturas que decían ser Orcos, pero había algo distinto, algo que te enganchaba, te soltaban en mitad de un valle protegido por una barrera mágica que como te acerques mucho te dejaba el moreno permanente, sin más explicación que -“Eres un criminal y tienes que entregar una carta dentro”. En realidad algo más se explicaba pero me salte la cinemática.

Y ahí empieza lo que hace a Gothic especial: El juego te mete totalmente en su mundo, te absorbe y te atrapa. Te pone en un entorno hostil, tienes que unirte a una comunidad para progresar, pero para ello antes debes probar tu valia, y ¡madre mia, lo que me costo conseguirlo!
Pero la cosa no quedaba ahí. Gothic tiene un mundo vivo, con animales para cazar, incluso peleaban o cazaban entre ellos mismos. Los NPC no estan ahi solo para que te den un diálogo, interaccionan entre ellos, pasan cosas, puedes hacer cosas con ellos! Y por supuesto, todo tiene consecuencias.

A día de hoy mi táctica para pasármelo (cosa que suele pasar más o menos un par de veces al año) es liarme a palizas con la gente, pero por cada paliza es una persona que se acordara de esa paliza, cada soborno que no pagas es una posibilidad de que te traicionen e intenten matarte, es una posibilidad de perder un arma o a alguien que te enseñe algo. Sep, esto es un rpg de la vieja escuela. ¡No, espera, Gothic es la vieja escuela! Aquí tienes que acumular puntos de experiencia e ir aprendiendo habilidades, mejorar tus habilidades de combate, aprender volteretas o cómo sacar más provecho de la caza.

Por otro lado está la historia, simple pero potente, con personajes increíblemente poligonales y memorables, a dia de hoy aún recuerdo la primera vez que por fin conseguí entrar en el castillo del Campamento Viejo y vi al Magnate del Mineral, Gómez, o cuando entre en el círculo de los Magos del Agua y ves a Saturas, o cuando entras en un fuerte en una montaña tras superar a un golem de piedra (esto tiene truco, tenías que leer un libro para saber cómo atacar, LEER UN LIBRO DENTRO DE UN JUEGO) y aparece el novicio Lester como si tal cosa: -“Hola, soy Lester, voy casi en taparrabos y se hacer magia guay para pasar al lado de un golem de piedra como si tal”.

Ah, bueno, se me olvidaba. Sí, a ver, es un juego del 2001, así que los gráficos, bueno, por aquellos entonces eran geniales, si jugáis a día de hoy, vais a ver polígonos a tope, pero oye, eso le da más encanto todavía. Pero ¿sabéis que es lo mejor de todo de Gothic? Que hicieron Gothic 2, pero eso amigos, ira en otro articulo.

Su amigo y vecino, Beard.