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Las expansiones de la saga Tomb Raider: la aventura perdida de Lara Croft

“¿Buscas fortuna y gloria?”

Lara

Antes de que el uso de Internet se popularizase y expandiese con las conexiones de banda ancha, hubo un tiempo en el que los juegos no podían sencillamente descargarse desde una store digital. Por ello los títulos necesitaban contar con mucha vida útil en las estanterías, a fín de poder seguir vendiendo copias que recuperasen la inversión del desarrollo. Así, salvo un par de excepciones, no era necesario correr a la tienda el día del lanzamiento: siempre se podía volver algunas semanas (o incluso meses) más tarde y encontrar una copia nueva en nuestras tiendas habituales. Pasado cierto tiempo, y para seguir haciendo atractivo el juego a los compradores, las compañías lanzaban largas y completas campañas extra, las célebres expansiones, que añadían duración y funcionalidades al juego.

En el caso de  la serieTomb Raider se elaboraron varias para los cuatro primeros títulos, las cuales se incluían en un pack con los relanzamientos en línea económica de los juegos. Así, al comprar Tomb Raider dos años tras su lanzamiento, en su versión Gold, nos llevábamos a casa también Unfinished Business, con la segunda parte se incluía The Golden Mask, y la última versión de la tercera parte contaba con The Lost Artifact. Algunas de ellas incluso se ofrecieron como descarga gratuíta (para quien tuviese acceso a una conexión de banda ancha). No hace mucho tuve la ocasión de disfrutar fácilmente de estas campañas adicionales, junto con el nivel extra The Times para la cuarta parte, y la sensación que me ha quedado tras superar estos desafiantes 16 niveles es la de haber jugado a un título perdido de la saga clásica, como una aventura nueva de Lara Croft en la generación de los 32 bits que aún me faltaba por descubrir.

Todas estas expansiones fueron credas por equipos distintos y eso se nota en su heterogeneidad, no solo de temática sino en su dificultad. Algunos niveles son muy complicados y los que les siguen pueden resultar mucho más sencillos, pero todos ellos cuentan con una notable dificultad, algo que no sorprenderá al jugador veterano de Tomb Raider, pero los recien llegados harán bien en dejar estas campañas extra para después de haber completado los títulos principales.

La primera de estas expansiones, Unfinished Busines, contiene cuatro niveles divididos en dos secciones, teniendo en ambas que regresar a escenarios ya conocidos o vistos en nuestro paso por Tomb Raider. Así, en las dos primeras áreas volvemos a Egipto, encontrandolo inundado con respecto a la última vez que pasamos por allí, mientras buscamos la entrada al templo antes inaccesible de la diosa Bastet (el Templo del Gato). En la segunda mitad iremos a una guarida atlántide que aún sigue produciendo monstruos, para darles fin.
Esta es la más flojita de todas las expansiones, en parte por reciclar localizaciones ya vistas sin aportar muchos elementos nuevos, pero mayormente porque se nota la diferencia de filosofía de diseño del equipo de San Francisco que la realizó: centra demasiada atención en la acción, en el combate armado contra grandes concentraciones de enemigos poderosos, algo que núnca fue el fuerte del primer título, siempre más centrado en la exploración y resolución de acertijos. Aún así, sigue siendo notable y divertida.

Pasamos después a The Golden Mask: Lara encuentra unos documentos que la ponen tras la pista de la Máscara de Tornarsuk, un artefacto oculto en una isla en el mar de Bering que se dice tiene el poder de devolver la vida a los muertos. Al contrario que la anterior, esta campaña cuenta con localizaciones y texturas nuevas. En los primeros niveles deambulamos por la nieve de forma similar a la zona del Himalaya de TR II, pero pronto alcanzamos unas instalaciones industriales soviéticas por las que podremos abrirnos paso con una motonieve. Tras pasar por ciertos obstáculos, llegaremos a unas cavernas congeladas donde habitan en su templo los espíritus de unos monjes de hielo (los cuales, si no les atacamos, nos ayudarán a deshacernos de los maleantes que intenten atacarnos, y que incluso recuperarán su forma humana cuando nos hagamos de la máscara). Las últimas áreas toman un giro hacia la película Congo, con una selva en la que unos enormes gorilas asesinos mutantes protegen un gran tesoro: un volcán que escupe nada menos que oro líquido.

Tras encontrar todos los secretos ocultos (o descargar una partida guardada) podremos jugar al peregrino y marciano “Pesadilla en las Vegas”, un nivel extra donde Lara intenta relajarse en un hotel de la ciudad de los casinos, acompañada de su mayordomo Winston. Estas vacaciones se tuercen cuando los esbirros restantes de Marco Bartoli intentan asesinarla, pero pronto se hace patente que lo que vemos no es real, sino una pesadilla que Lara está teniendo a raíz del estrés de sus últimas correrías (al salir a la calle hasta nos encontraremos con varios T-Rex).

Si bien los últimos niveles de The Golden Mask pueden resultar algo menos inspirados (en parte porque la temática elegida, un volcán de oro, lo tiñe todo de amarillo), solo por los niveles en la nieve merece la pena. Hay enemigos y armas con las que combatirlos, pero no se hace tan pesado como Unfinished Business, incluye secciones en vehículos, y los secretos son divertidos de buscar.

The Lost Artifact, la única de estas expansiones que no se puede descargar de forma gratuíta (y la única razón por la que este artículo no esntra en la categoría de “por la patilla”) actua como una continuación directa del argumento de Tomb Raider III. Tras recuperar los cuatro artefactos creados a partir del mineral de meteorito que buscábamos la tercera parte de la saga, Lara averigua que el doctor Willard también buscaba un quinto objeto tallado del mismo material mágico: La Mano de Rathbone. Así, a través de 6 niveles viajaremos por Europa, siendo nuestra primera parada el castillo de Willard en los lagos de Escocia, llendo después a las obras del Eurotunel en Dover (en las cuales contaremos con el quad), tras lo cual visitaremos unas instalaciones submarinas, acabando en un pintoresco zoológico en París. Al final, descubriremos que Sophia Leigh, a quien nos enfrentábamos en Londres en TR III, no solo no murió, sino que también anda tras la mano de Rathbone, por lo que tendremos que luchar contra ella en un enfrentamiento final en las catacumbas, tras lo cual nos marcharemos en un globo aerostático que vendrá a recogernos. No se puede negar que esta aventura cuenta con variedad.

A pesar de ser, con diferencia, la más larga y mejor de estas campañas adicionales, también es la que tiene la dificultad más irregular. Toda la campaña tiene la alta dificultad que ya caracterizaba a la tercera parte, pero el segundo nivel es, por alguna razón, el más difícil de todos, a niveles que hacen que Dark Souls parezca un juego de niños en comparación. Sí obstante, las mejoras del motor de Tomb Raider III y las elecciones de localizaciones hacen que ese extra sea mucho más atmosférico, colorido, original y pintoresco: las transparencias nos regalan niebla baja en nuestros tobillos cuando atravesamos las zonas brumosas, la iluminación coloreada hace que las cuevas reflejen el color turquesa del agua, o que las zonas más calurosas estén teñidas de rojo, las oscuras grietas obligan al uso de las bengalas y los niveles son más complejos e interesantes, menos “de caja”.

Por alguna razón, el director de esta expansión tenía una obsesión con el empleo de las cuñas musicales, que quizás se emplean en exceso. En contrapartida, también tiene algunos momentos que nos pillarán por sorpresa por divertidos: Así, en Escocia, si estamos ojo avizor, podremos ver al monstruo de lago Ness en la lejanía. En un divertido secreto adicional, descubriremos que bajo el eurotunel hay unas simas volcánicas habitadas por pterodáctilos (¡un tipo de enemigo nuevo en la saga!). En París hay unos conductores de Citroën 2cv que por alguna razón huyen al ver a Lara.
La jugabilidad apuesta más por la exploración, habiendo en algunas zonas varias formas posibles de abordar un nivel, y haciendo uso de la mecánica introducida en la tercera parte, habrá ocasiones en las que, si somos sigilosos, podremos sorprender a los enemigos, teniendo que reducirlos antes de que nos cierren puertas o nos hagan la vida más dificil. Por estos cambios, y si sabemos lidiar con la abrumadora dificultad, disfrutaremos enormemente de este capítulo.

tr the times 2

Como epílogo, podemos jugar al nivel gratuíto en el que Lara explora una zona nueva de la tumba de Tutankamón, del que ya hablamos en su día, por lo que no vamos a repetir aquí lo que ya comentamos, os remitimos al artículo para que conozcáis su curioso origen. Un nivel tranquilo (que además es el único entre las expansiones en contar con cinemáticas) en el que podemos disfrutar del preciosista escenario sin excesivas presiones, sirviendo como un excelente broche final a estas aventuras adicionales de la famosa arqueóloga.

Recursos para instalación en equipos modernos

A excepción de The Lost Artifact, las demás expansiones se pueden descargar de forma gratuíta, exigiendo como único requisito el contar con una copia de Steam o GOG de los juegos originales. Para poder jugarlas en equipos modernos (y, por extensión, los juegos clásicos originales) con todas las ventajas de los PCs de hoy, tendremos que hacer uso de los siguientes recursos (desde aquí agradecer la magnífica labor realizada en las web “Stella Tomb Raiders” y “Raiding The Globe” por recopilar y mantener la información y los medios para ello):

  • Para jugar a Tomb Raider Uninished Business a resoluciones modernas, necesitamos usar el instalador creado por Gidiere, el cual, en su versión 1.7.7.1 y entre otras mejoras, restaura la banda sonora original en el juego principal. Podéis descargarlo de este enlace. No tenéis más que usar las opciones del instalador por defecto, y cuando os pregunte, introducir estas opciones (la resolución por supuesto aquella que tenga vuestro monitor, y si queréis cambiar las opciones a posteriori siempre podéis hacerlo buscando en el menú inicio el nGlide configurator):

  • Para instalar y jugar a The Golden Mask necesitáis usar el instalador creado por SuiKaze Raider, el cual podéis descargar de este enlace. (Requiere tener instalada la versión de Steam o GOG de Tomb Raider II.
    *Por desgracia, al contrario que The Golden Mask, al no ser The Lost Artifact una expasión gratuíta, no podemos facilitaros un link para su descarga)
  • Para poder jugar Tomb Raider II, III y IV y sus expansiones en formato panorámico necesitáis usar el Widescreen patch, el cual podéis conseguir en este enlace. Necesitaréis ejecutarlo en modo administrador, y luego, con lo svalores por defecto, al hacer click en “apply”, buscar y parchear el ejecutable del juego. Por ejemplo, en el caso de la versión Steam de Tomb Raider II, por defecto el ejecutable está en la carpeta C:\Program Files (x86)\Steam\steamapps\common\Tomb Raider (II).
  • En principio, Tomb Raider II y III soportan 1080p, pero para solucionar que TR II se ponga en modo ventana y algunos efectos de transparencias en TR III, de manera opcional podéis usar el programa DgVoodoo, el cual podéis conseguir en este enlace. Al ejecutarlo, tenéis que activar las siguientes opciones (una vez más, en resolución, escoged la correspondiente a vuestro monitor):

Luego, tras hacer click en “Apply” y “OK”, no tenéis más que copiar los archivos “D3DImm.dll” y “DDraw.dll” que se han creado en la carpeta “MS”, y pegarlos dentro del directorio principal de los juegos, en la misma carpeta que los ejecutables de los mismos (o de las expansiones, la misma carpeta donde esté “tomb2.exe” en el caso de Tomb Raider II, por ejemplo). Así, al ejecutar el juego, se mostrará a alta resolución, independientemente de los ajustes dentro del juego.
Otra ventaja añadida de usar este método es que, si dejáis la resolución por defecto en las opciones del juego y luego usáis los archivos dll generados por DgVoodoo, la interfaz se mostrará más grande (por defecto, en TR II y III las barras de vida y los textos de los menús no se reescalan, mostrándose más pequeñas cuanto mayor sea la resolución elegida dentro del propio juego).

NOTA: Si al usar estos dll con Tomb Raider III todas las texturas os aparecen en color blanco, es necesario que ejecutéis el configurador (setup) del juego para ejecutarlo desde ahí.
NOTA II: En algunos portátiles con tarjeta gráfica integrada en placa DgVoodoo no funciona (mis condolencias si es vuestro caso), en cuyo caso podéis ignorar todo el paso de los DLL y usar la resolución del juego que más se acerque a la de vuestra pantalla. Si habéis usado el parche widescreen se verá a la proporción correcta. Llegados a este caso, es posible que os interese desactivar el filtrado de texturas en Tomb Raider III, ya que en equipos modernos hace los textos y algunas vayas transparentes algo más difíciles de ver.
NOTA III: Tomb Raider 4 no necesita DgVoodoo en ningún caso.

Estos juegos, por antigüedad y año de lanzamiento, no soportan mandos modernos XInput, pero podéis usar la utilidad JoyToKey para mapear los controles del teclado a un gamepad de igual forma que estaban dispuestos en PlayStation. Recomendamos usar cruceta y no joystick, dada la naturaleza digital del movimiento de Lara.

Con todos estos recursos, no tenéis excusa para disfrutar por todo lo alto de unos juegos que, si bien son difíciles y desafiantes, ofrecen una exploración y una jugabilidad que recompensan los esfuerzos del jugador con creces, y que aún merecen mucho la pena.

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