El pasado 28 de diciembre, Netflix publicó una película de la serie Black Mirror un tanto especial. En esta ocasión, la película con una duración aproximada de hora y media, el espectador tendrá el control de tomar decisiones por el protagonista en ciertos momentos del metraje.
Para quien no conozca la serie, Black Mirror es una serie de la televisión británica creada por Charlie Brooker, que quiere hacer reflexionar con un punto de vista algo conspiratorio sobre el uso extremo de la tecnología en un futuro donde esta va evolucionando más y más. Actualmente cuenta con 4 temporadas y un total de 19 episodios, los cuales pueden visionarse en Netflix.
Para Black Mirror: Bandersnatch, han querido darle otro enfoque y hacer que el espectador sea partícipe en algunas de las decisiones que debe tomar el protagonista Steffan (Fionn Whitehead), quien se encarga de la programación de un videojuego llamado Bandersnatch, basado en un libro del mismo nombre dentro del mundo de la película.
Entre las decisiones que podemos tomar, nos encontramos con la elección de los cereales que va a tomar nuestro protagonista para desayunar hasta algunos aspectos relacionados con su mundo laboral. Dichas decisiones nos harán ir descubriendo poco a poco la trama de la película, pudiendo llegar a los distintos finales.
Tras el estreno de la película, y como viene siendo normal con cualquier estreno, en las redes sociales se han puesto a hablar del tema y la novedad que esto supone. Eso ha llevado a que se genere un debate sobre si estamos frente a un contenido original llamado película interactiva o es un simple juego pero con imágenes reales.
Por mi parte, me posiciono más del lado de los que comentan que no han inventado nada nuevo, ya que no es la primera vez que los amantes de los videojuegos nos encontramos con historias de esta índole; historias en las que nosotros, como jugadores, tenemos que tomar decisiones que influyen en la historia que se narra.
Actualmente, contamos con varios títulos como Until Dawn, Beyond: Two Souls o los juegos que nos ha traído TellTale Games al mercado, donde podemos disfrutar de unas narraciones bastante atractivas en las cuales, los protagonistas ven su historia influenciada por las decisiones que tomamos nosotros tras el mando.
Si bien la base de su razonamiento es que en la película de Black Mirror hay actores reales, creo que ese no es motivo suficiente para no catalogar dicha película dentro del género de aventura gráfica.
He de decir, que una vez vista la película tras enterarme del debate en Twitter, no he podido evitar recordar cierta aventura gráfica con la que me entretuve alguna vez en mi pasado a través de YouTube. Dicha aventura data del año 2008 y se llama Tube-Adventures: En busca de la panadería. Esta aventura, de origen español, que fue galardonada con el premio al videojuego más innovador en una de las Campus Party de Valencia, y apareció nombrada en un listado de los 100 mejores videojuegos de internet de la revista inglesa de PC Gamer en el pasado, sacaba provecho de las anotaciones de YouTube para permitir al espectador avanzar entre los distintos vídeos dependiendo de sus elecciones.
Conclusión: ¿estamos frente a una película interactiva o una aventura gráfica?
Como veréis, hace 10 años de la publicación del primer Tube-Adventures, por lo que a mí no me parece algo tan novedoso y no puedo dejar de pensar que la película interactiva de Black Mirror es otra manera de acercar el mundo de los videojuegos a un público más reticente que prefiere llamarlo «película interactiva» en vez de admitir que está jugando a una «aventura gráfica».
Para finalizar, os pregunto: ¿qué opináis vosotros al respecto? ¿Nos encontramos frente a una película interactiva o a una aventura gráfica?