En un boletín de noticias emitido ayer a mediodía por Antena 3 se atribuyeron los videojuegos como causa a los recientes delitos de violencia sexual cometidos por menores. Bajo el titular “La raíz de los nuevos casos de abusos sexuales de menores: niños solos y conectados a juegos violentos y sexuales“, se mostró un video en el que, a pesar de que el texto de la noticia comienza hablando de que los niños descubren el mundo “a golpe de click”, no se tarda en mostrar imágenes de las últimas entregas de God of War o Mortal Kombat mientras se alude que “no es la vida real”, sino “juegos violentos, diálogos agresivos y escenas de sexo tópicas y poco ajustadas a la realidad”.
A pesar de que el psicólogo consultado, Ángel Peralbo, está hablando más de los peligros del aislamiento de los jóvenes en las redes sociales e Internet en general sin aludir en momento alguno a los videojuegos, el sesgado montaje de video, el cual se puede visionar siguiendo este enlace, vuelve pronto a su discurso original, mostrando imágenes de juegos de Los Sims y The Witcher (dos de las pocas franquicias donde aparece alguna referencia, velada o no, al sexo entre los personajes) mientras se nos dice que los adolescentes “aprenden el sexo como algo trivial, grosero, instintivo y sin emociones”.
Este tipo de “reportajes” no es nada nuevo para los aficionados. En España ya se culpó a Metal Gear Solid del abuso de las drogas, así como se atribuyeron a Final Fantasy VIII los asesinatos cometidos por José Rabadán. Mortal Kombat se ha convertido ya en un habitual de este tipo de artículos: desde su misma primera entrega el juego causó una enorme polémica y es, junto con Night Trap, el juego por el cual se acordó la implantación de un sistema de calificación por edades, precursor del actual sistema PEGI, el cual es ignorado siempre por este tipo de “noticias”.
Pero en esta ocasión el video resulta aún más llamativo por lo anticuado, descontextualizado, forzado y anacrónico de las constantes desinformaciones:
Se mete en el mismo saco a infantes que apenas pueden andar o hablar, con niños y adolescentes. Se alude a que descubren el mundo a “golpe de click” cuando los recientes sondeos muestran que la gran mayoría de ellos entra a Internet a través de dispositivos móviles (de hecho, en las imágenes se muestra a un montón de chavales usando tablets y móviles, pero se ha superpuesto un efecto de sonido de click de ratón). Se habla de “juegos online” para pasar a mostrar imágenes de franquicias como God of War o The Witcher, las cuales son experiencias para un jugador y no tienen modos de juego a través de la red. Se deja totalmente de lado el uso de redes sociales o aplicaciones de mensajería, de la influencia de Youtubers en los adolescentes, como otros posibles factores más de actualidad y de mucho mayor peso.
Aparte, se puede aducir cierta hipocresía: sus cadenas producen mucho, muchísimo más contenido sexual “trivial, grosero, instintivo y sin emociones” en forma de reality shows, con un alcance difusorio mucho mayor, pero de cuya influencia no hablan en esta “crónica”.
Por encima de la demonización de los videojuegos con argumentos falaces, lo verdaderamente pernicioso es que este tipo de reportajes trivializa el problema de las agresiones sexuales a edades tempranas, y lo hace ignorando el verdadero quid de la cuestión: Que no se trata del tipo de contenidos o de constante supervisión, sino de que la educación comienza en casa y en la propia familia.