¡BIENVENIDOS!
Cuando éramos pequeños nuestra capacidad para explorar el mundo de los videojuegos estaba limitada evidentemente por el presupuesto familiar. Adquirir una consola o determinados juegos tan solo era parte de los regalos o juguetes que se compraban a los pequeños de la casa para su entretenimiento junto con madelmanes, airgamboys y demás.
Sin embargo desde la microsociedad de los niños teníamos una manera de experimentar todo lo que una generación de consolas y videojuegos podía ofrecernos Tú podías tener una NES, pero tu amigo tenía una Master System, posteriormente, a ti te podrían haber comprado el Illusion of Time, pero tu otro amigo tenía el Soleil. Con la llegada de PSX, Saturn y 64 la cosa empezaba a masificarse y podíamos empezar a notar como este mundillo crecía conforme nosotros lo hacíamos, el concepto de videojuego como “juguete” empezaba a difuminarse.
Además otro factor muy importante por aquellos entonces era la rumorología, los medios de comunicación eran limitados y había toda una serie de rumores sobre lo que los videojuegos podían ofrecer, desde los ninjas ocultos de Mortal Kombat a una generación de chavales intentando ver en paños menores a Lara Croft en Tomb Raider 2. Todos teníamos algún secreto que contar, ayudar a un amigo a pasarse un nivel concreto, compartir partidas de la Memory Card….
Lo importante en torno a todo esto es que estábamos creando una comunidad, a través de compartir nuestra propia visión del mundo de los videojuegos creábamos una cosmogonía que trascendía más allá de nuestra propia experiencia. De una manera espontánea e involuntaria de repente nos aviamos convertido en aficionados a los videojuegos de igual modo que por ejemplo un cinéfilo construía su visión de lo que debería ser el cine.
Hoy día probablemente no entiendo la visión que las nuevas generaciones tiene sobre el mundo del ocio electrónico, algunas cosas me pueden parecer bien, otras mal, pero no caeré en el tópico de que todo tiempo pasado fue mejor ya que sería hacer un ejercicio de nostalgia más que observar todo el progreso que hemos vivido como aficionados a los videojuegos hasta hoy. Además, no puedo sino sentir un sentimiento de orgullo y paternalismo cada vez que algún chaval viene a pedirme consejo sobre algún juego que vio la luz antes de su propio nacimiento.
La Mancha es una tierra orgullosa, y a pesar de todos los eslóganes que nos quieran vender y de las placas Quijotescas que vayan a poner a la puerta de los bares, los manchegos sabemos muy bien cómo es nuestro hogar. El trabajo duro siempre ha sido parte de la cultura y el campo siempre ha hecho que las distancias entre pueblos se acorten y difuminen pasando a una identidad manchega cuyas costumbres, hábitos y registros lingüísticos todos conocemos.
Es por eso que hoy presentamos “Gamuza: Gaming Yakuza (asociación manchega del videojuego)” con nuestra mejor intención y llenos de ilusión con la intención de contribuir a crear un punto de encuentro entre los aficionados al videojuego en nuestra provincia y hacer que nuestra de nuestra comunidad una realidad palpable. Tenemos multitud de proyectos en cierne de los que os iremos informando y una gran ilusión en que podáis disfrutar de nuestro proyecto de tal manera que podamos convertir nuestra región en un referente más respecto a la cultura del videojuego española. Estamos trabajando duro para traer ferias, torneos, soporte técnico y una plataforma on-line que nos permita crear un vehículo que nos permita realizar, desde nuestro humilde esfuerzo tan magno propósito.
Siempre defenderemos el juego como forma de arte, de expresión, de comunicación y una manera de crear un vínculo a través del ocio. Y esperemos que nuestro esfuerzo sirva para echar abajo tópicos y contribuir a hacer ver que los videojuegos son, además de nuestra pasión, algo tan grande como para hacer que unos locos intenten crear una asociación para compartir y crear una comunidad aún más grande.
Esperamos que disfrutéis de nuestras futuras propuestas tanto como nosotros realizándolas.
¡GAMUZA!