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Review: Star Wars Squadrons

¡Rojo cinco, a la espera!

Batallas de naves espaciales: pocos elementos de la saga Star Wars son más icónicos que ese, junto con el inmediatamente identificable sable de luz. Desde las primeras máquinas recreativas de gráficos vectoriales, los combates encarnizados han estado representados en multitud de videojuegos.
Sin embargo, es la saga X-Wing la que mejor supo capturar la inmersión de estar a los mandos de estos míticos cazas estelares, pero, por desgracia, esta vertiente de simulación fue abandonada a favor de experiencias más arcade, como la mítica trilogía Rogue Squadron en las máquinas de Nintendo, e incluso estos títulos tienen ya una antigüedad de 18 años.

En 2016, electronic arts lanzó la misión “Rogue One vr”, un complemento gratuito para “Star Wars Battlefront” que nos permitió por primera vez pilotar un X-Wing fielmente recreado en VR, pero la experiencia era mucho más que escuchar a tus camaradas por la radio, navegar a través de campos de asteroides y, por supuesto, derribar la escoria del Imperio una oleada tras otra con tus cañones láser: Fue un sueño hecho realidad de todos los fanáticos de Star Wars y, como cualquier sueño increíble, con sus apenas 15 minutos de duración, se acababa antes de que te dieras cuenta.
Durante los últimos cuatro años los fans estuvieron esperando, rezando para que EA pudiera traer a consolas, PC y VR el juego completo de combate espacial de nuestros sueños.

Y es aquí donde, para regocijo de los aficionados, llegaba “Star Wars Squadrons”: un título de combate espacial que ofrece tanto multijugador en línea 5v5 como una campaña completa para un solo jugador. Esta encantará a los fans de los míticos juegos añejos como “Wing Commander”, o la propia saga “X-Wing”, pero también es muy recomendable para aquellos que deseen centrarse en la vertiente multiplayer como primera toma de contacto jugable

Las dos caras del conflicto

La campaña es en realidad una historia muy cinematográfica, de unas ocho o nueve horas que te hace saltar de un bando a otro de la contienda jugando misiones como recluta tanto para el Imperio como para la Nueva República.
La primera mitad de la campaña hace las veces de tutorial, te familiarizará con todas las clases de naves y te permitirá experimentar con los equipamientos y descubrir qué se adapta mejor a tu estilo de juego.
Las naves son las verdaderas protagonistas. Repartidas entre cazas, caza ligero, bombarderos y naves de apoyo, tenemos acceso, no solo a los míticos alas X T-65 y los cazas TIE, sino también a las alas Y, A y V, así como al bombardero TIE, el segador y el interceptor del Imperio. A estas naves se sumaron desde octubre del año pasado el Ala B y el TIE Defender.

Entre misiones, hablarás con tu tripulación en el hangar, personalizarás tu nave, accederás a los informes de la misión, y durante las propias misiones aprenderás los puntos débiles de las naves enemigas y sus fragatas y destructores.
Incluso en estos primeros compases, hay momentos memorables, como el cameo de Wedge Antilles, el cual encomienda una de las misiones y habla contigo durante el informe. Pero incluso así, alrededor de las tres horas, la historia comienza a subir el ritmo y no se detiene hasta el final (con la aparición incluso de cierto personaje de la serie Rebels).

Estos garbeos interactivos por el hangar y el centro de mando, y las conversaciones durante los mismos, son en tiempo real, mientras que las grandes escenas se presentan en forma de secuencias (las cuales al jugar en realidad virtual se presentan en formato 2D, pero aún así son de muy buena factura). Sí que se podría decir que muchas de las conversaciones opcionales con personajes hubieran sido quizás más adecuadas como charlas por radio durante las misiones, y es una pena que el juego no nos permita movernos libremente por el hangar (tanto en 2D como en VR estamos limitados a “saltar” a ciertos puntos interactivos), pero esto no llega a suponer un problema considerando que la “miga” de Squadrons tiene lugar en el espacio, y la sensación de vuelo es sencillamente increíble.

“Alas en posición de ataque”

Ya sea empleando el Dual Shock 4 como con un stick HOTAS, Squadrons es, junto con Ace Combat 7, uno de los juegos de PSVR más inmersivos que hayamos tenido la ocasión de probar.
Las naves están excelentemente recreadas, los interiores de las cabinas parecen sacados directamente de las películas y el motor Frostbite saca músculo ofreciendo unos gráficos espectaculares.
El juego 2D ya se ve espectacular en una pantalla plana, pero la sensación al mirar alrededor de los habitáculos de estas naves tan míticas es imbatible.
Evidentemente en PSVR hay que hacer algunas concesiones y algunos entornos pueden lucir algo borrosos (el juego cuenta con resolución dinámica, subiendo la misma cuanta más potencia tenga disponible, por lo que se ve más nítido en la PS4 PRO y aún más en la PS5. Los jugadores de PC con casco VR disfrutarán de tanta calidad como sus equipos permitan, asegurando el mayor espectáculo), pero el aspecto general siempre es impresionante, a lo que se suma una jugabilidad medida al milímetro.

Aquellos que pensasen que las batallas serían tan simples como poner a la otra nave en tu punto de mira y disparar hasta que sus piezas se esparzan por la superficie del asteroide más cercano están muy equivocados. Aquí hay tantos subsistemas para aprender y acostumbrarse que parece que no solo seas el piloto y artillero de tu nave, sino también el ingeniero de Star Trek Bridge Crew. Al igual que en los añejos X-wing para PC, desviar la energía de un sistema a otro es parte integral de tu supervivencia, lo que significa que, cuando te disparan, es posible que desees enviar toda la potencia a tus escudos delanteros o traseros según la situación o, si estás seguro de poder superar en vuelo a tu oponente, desviar toda la potencia a los motores para permitir un aumento de velocidad y darle una ventaja en las maniobras evasivas.

“¡Bueno, chico, no te pongas nervioso!”

Aprender cuándo desviar la energía, cómo “derrapar” en el aire e incluso cómo comunicarse con tu equipo puede resultar abrumador al principio, pero una vez que se domine todo, se siente uno como en casa. Aquí hay una pequeña curva de aprendizaje, pero cualquiera puede saltar directamente al modo estándar de combates 5v5 y obtener algunas victorias, especialmente con un par de compañeros de equipo experimentados a tu lado. Se forma un escuadrón con amigos o jugadores aleatorios en línea, luego el primer equipo en llegar a 30 kills gana, luego se vuelve al lobby para luchar contra un nuevo equipo.

Sin embargo y como con cualquier juego con modos multijugador, las cosas están evolucionando un poco en línea: en el lanzamiento, podías lanzarte fácilmente con una flota de cinco cazas idénticos y asegurar una victoria, pero ahora que la competencia se está volviendo un poco más informada y feroz, entrar en batalla con un equipo variado de naves, cazas, interceptores, bombarderos y naves de apoyo asegurará que siempre tengas la herramienta adecuada para cada trabajo, y cuando el jugador esté listo para probar algo un poco más avanzado, es el momento de tomar todo lo que se ha aprendido de los combates y pasar al modo batallas de flotas. El cual cuenta con su propio tutorial.
Descrito por los desarrolladores como un juego de tira y afloja, ganar una serie de combates aéreos te permite atacar las naves capitales de tu oponente, pero perder te obliga a retirarte y defender la tuya.

Si el multijugador no es lo tuyo, la campaña es lo suficientemente extensa y permite rejugar las misiones para conseguir medallas basadas en objetivos secundarios, y también hay un (algo escueto) modo con bots en los que se puede combatir tanto tiempo como se quiera.

Bueno, bonito y barato

Paradójicamente, una de las virtudes más aplaudidas del juego se convierte en uno de sus defectos: No hay contenidos adicionales de pago preparados para el título, lo cual demuestra que EA escuchó el clamor popular en torno a las cajas de botín y el sistema de progresión original de Battlefront II, pero también se traduce en que no habrá extensiones a la campaña al menos por ahora. Sí obstante, hay que destacar que incluso de lanzamiento el juego se lanzó a precio reducido (40 euros) y muchísimas veces está en promoción y rebajado a la mitad. Además, hemos contado con un update que añadió dos naves adicionales y un par de escenarios extra de forma gratuita.

Tal como están las cosas ahora y con los contenidos que tiene, “Star Wars Squadrons” es uno de nuestros juegos favoritos de PSVR, todo un triple A para los usuarios de Realidad Virtual, que ofrece una campaña pulida y emocionante, y una experiencia multijugador absolutamente fascinante y con soporte para juego cruzados con PC e incluso jugadores que no son VR, por lo que no habrá escasez de contendientes online.
Jugado de forma tradicional en 2D ya es un juegazo y un excelente relevo de los míticos “x-Wing”, y en VR es directamente un imprescindible. Especialmente habida cuenta de lo económico que es. No podemos sino aplaudir la iniciativa de que un desarrollador triple A como EA de el paso para transformar la misión Rogue One en el juego completo que hemos estado pidiendo durante años, y hacerlo además de manera magistral.

Lanzaos a la cabina, enfundaos el casco, ¡y que la Fuerza os acompañe!

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